En el camino hacia Punta Morales, existe un asentamiento llamado Orocú. Allí nos reunimos Cristina, May y Marta, con un grupo de mujeres del lugar, más unas líderes de lugares aledaños como Costa de Pájaros, Cocorocas y Manzanillo. La idea era llegar hasta la Isla de Chira, pero esta comunidad está dedicada en estos días a la pesca artesanal, que es su sustento, por lo que nos quedamos en la Casa de la Mujer de Orocú. Esta es una comunidad muy pobre, sin fuentes de trabajo, pero con mucha esperanza. Sueña con que se cumplan los deseos de progreso con que llegaron a ese asentamiento.Conversamos sobre sus percepciones, dudas y preocupaciones acerca del TLC. Les dejamos algo de información escrita y procedimos a explicar la propuesta de la “manta de nuestros sueños” y a trabajar con mucho entusiasmo, dejando así plasmadas sus esperanzas.
Por la tarde, nos fuimos al Paseo de los Turistas en Puntarenas centro, por invitación del Comité Patriótico de lugar . Los del "otro lado", tenían un concierto, en una plazoleta que lucía vacía, identificada solo por los signos externos del “corazón robado”.
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